No será menos un desierto
No será menos un desierto
que el silencio de una ausencia.
Del olvido encerrado,
la ignorancia es su dueña.
Sin su voz respira muda
la presencia siempre quieta.
Como el humo sube etérea,
donde el cielo se despierta.
Los recuerdos son imágenes
de los símbolos creados,
engaños sin reparos
que terminan olvidados.
Recoger el viejo néctar
que los dioses entregaron,
y llevar la dulce mezcla,
al delirio que inventamos.
No será menos un sueño
que la sombra de un errante,
siempre en búsqueda del arcano
que a tropiezos va triunfante.
Sin cadenas en las manos,
la libertad no tiene herrajes,
como dista de este mundo
volar lejos sin anclajes.
En tentáculos prisionero,
la memoria me encadena,
siempre alerta de tu canto,
y de Ulises las sirenas.
Curiosa pericia la del destino
que en engaños me mantiene,
a sabiendas de que mientes,
cínico me entrego,
porque ahora puedo verte.
Fausto Antonio Ramírez
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